Cuando conocí a Marina y Alejandro me comentaron que querían darle un ambiente madrileño a su boda, lo que no me contaron es que iba a ser una BODA VERBENA!!!

Esas cosas se avisan antes ¿verdad?

Esta boda fue dividida en dos partes, una primera ceremonia civil con la familia y a la semana siguiente la Boda Verbena con sus amigos. Eran unos 60 invitados. Para qué más!

Llegué a la Finca en Cabanillas un rato antes que los invitados y cuando lo vi pensé:

«A mi me apetece esto para mi boda»

Habían decorado la finca como la Verbena de San Isidro. Aunque lo que presidía la finca es un carromato, que estuve preguntando al dueño de la finca y me dijo:

«Esto se lo cambié a los que hicieron la película de Blancanieves porque me debían dinero por unos caballos»

Así que ahí estábamos, en una Boda Verbena con el carromato de Blancanieves. Vuelve a suceder que mis bodas son originales, diferentes y sobre todo muy divertidas. Y esta boda de verdad lo fue.

Lo de original y diferente, en concreto lo digo por esto:

Si señoras y señores, un cerdo en una boda. O jabalí o lo que sea, pero ahí estaba entre nosotros.

A la llegada de los invitados, todos se pusieron muy chulapos y comenzaron a beber vermouth, obvio si estamos en una boda verbena.

Aparecieron los novios y todo era alegría, besos, abrazos…muy bonito, mucho.

Marina dedicó unas palabras a los invitados y Alejandro, pobrecito mío que mal lo pasa con estas cosas la apoyaba moralmente.

Y empezó el coctel, y ya sabéis que no me gusta comer mucho en las bodas, pero la tortilla de patatas estaba realmente rica.

Pasaba la tarde entre Mahou y Mahou, croquetas y más croquetas y aperitivos varios mientras la fiesta se caldeaba:

Y tocaba el turno de los regalillos y las sorpresitas:

Sí, en esta boda también hay columpios:

Y llegó la hora de la paella, bueno, de dos paellas y todos sentados a comer y a pasar la sobremesa con café y chupitos:

Creo que no me hace falta avisar de lo que venía ahora:

Pero sí, nos pusimos a bailar y así hasta el final de la tarde:

Y nada, cuando ya los vasos se quedaron vacíos me fui para casa…

¿Habéis visto como no es necesario liarla parla para montar una boda verbena que mola mazo?