Cuando terminamos de la Boda en Bodegas Viñasoro, solamente pudimos decir una frase: «Qué bien nos han tratado y en que pocas fincas de boda se nos ha tenido tan en cuenta como en Bodegas Viñasoro«.
Y es que en esta ocasión fui a hacer una estupenda boda con mi compi Saskia, que me dijo…Vicky y Jose son adorables..y tengo que reconocerlo. Yo me dediqué sobre todo a Jose durante los preparativos y estuvimos hablando mucho de fotografía y de psicología…dos de las cosas que más me gustan en la vida.
Hay veces que uno se flipa con ciertas tonterías…pero a mi me gustó mucho la luz que entraba por la ventana, que reflejaba redondeles en un sillón…y ahí es donde decidí hacer muchos de los detalles del novio. Y es que todo se basa en la luz, si encuentras la luz encuentras el camino.
Encima cuando conocí a sus padres me contaron que eran Físicos …otra coincidencia más…lástima que yo me sacara la carrera con un poco de tiempo extra…
Me gustó mucho también el bodegón que montaron con fotografías de las bodas de sus antepasados, es algo que nos recuerda muy bien de donde venimos, de nuestras tradiciones y de nuestros valores.
Antes de empezar la boda estuvieron preparando una conexión por internet para emitir la boda en directo, ya que la hermana de Jose no podía asistir por estar a punto de dar a luz (y es que la luz es el camino, ya os lo decía antes)
Y empezó la boda, y pasaban cosas y había sonrisas y lágrimas y había recuerdos y bonitos sentimientos…y eso es lo más importante. Olvídate de todo lo demás, del fotomatón, de los detalles de boda y de las chuches en la discoteca (bueno, eso es fundamental…) que lo que de verdad importa es lo que sientas por tu pareja y tus invitados en el día de la boda.
Y nos fuimos al cocktail. En esta boda manchega se colaron un grupazo de música surf caracterizados de astronautas rusos…para qué pedir más?
Posteriormente, en la comida, como soy el amigo de los niños…pues estas niñas se dedicaron a pegarme con el muelle, persiguiéndome por toda la sala…si es que la culpa es mía que los incito….
Mientras tanto, los invitados se dedicaron a bailar muñeiras. Ah si! es que era una boda Gallego-Manchega, de ahí no puede salir nada malo.
Ellos tenían muchas ganas de hacerse fotografías en los molinos de Alcázar de San Juan, así que esperamos hasta el atardecer para tener estas cositas tan bonitas
Y una vez caída la noche, ya sabéis lo que toca: