Hacer una boda en el Palacio de Montarco está de moda. Todas las bodas son especiales y hay que dar el 100% o más si se puede.
Pero esta ocasión era un tanto especial ya que tenía la responsabilidad de hacerla absolutamente perfecta debido a que Irene es amiga de mi pareja desde el colegio. Pero los retos molan, ¿verdad? Así que para ello conté con mi estimable Saskia, que siempre me apoya en los momentos más importantes.
Me encantáis las parejas que me decís, Javi, confiamos plenamente en tí, lo que tú nos digas estará bien. En esos momentos la motivación sube por los cielos y eso se refleja en las fotografías que estaréis viendo. Es cuando aparece vuestra naturalidad y por lo tanto vuestra esencia…que al fin y al cabo es de lo que se trata.
Bueno, a lo que vamos. El Palacio de Montarco es una pasada, en un enclave como Ciudad Rodrigo, que es una auténtica preciosidad. El día prometía lluvia a mansalva, pero respetó los momentos clave como el hecho de ir a la boda en la Catedral de Ciudad Rodrigo y la salida con los besotes y los abrazotes.Durante los preparativos fuimos inspeccionando los salones donde se celebraría el cóctel y la verdad que da gusto trabajar en un lugar tan bonito como el Palacio de Montarco.
Comenzamos los preparativos:
Una vez hechos los preparativos y las fotos de familia, nos fuimos a la Catedral y pasó una de las cosas que más me han gustado de este año, que fue una boda religiosa divertida, en la que el cura hizo tan ameno y tan natural la boda que ojalá todas fueran iguales.
Salimos de la ceremonia y ya tocaban los besos y abrazos.
A esta la vamos a casar ya mismo, ¿verdad?
Y llega el momento de la sesión de pareja. Todos teníamos claro que queríamos ir a por el jamón, así que había que hacerlo rápida, divertida y muy bien.
De vuelta, ya tenían ganas de estar con todo el mundo y la cosa no defraudó.
En el Palacio de Montarco se comió muy bien, hubo música jazz, cata de vinos y todo el mundo se lo pasó genial.
Hacia el final, tocaba tirar el ramo desde la parte de arriba y bueno, para que voy a contarlo…mejor lo veis.
Y nos fuimos al baile en el patio central del Palacio de Montarco.
Ya estaba todo el mundo deseando el momento copas y fiesta.
En la puerta, por si te había faltado algo tenías varios regalos, hornazo con kit kat y agua y estas bolsitas super guays de la relación tan estrecha que mantienen Irene y Julio con África.
Chicos, así se montan las bodas. Por nuestra parte nos lo pasamos genial y esperamos poder repetir tantas veces como sea necesario en el Palacio de Montarco ya que da gusto tener un grupo tan profesional como éste. Y nada, nos vemos prontito que se nos ha quedado una «Preboda» pendiente por la lluvia!
Feliz viaje y mil gracias por confiar en mí.
Javi las fotis son una pasada enhorabuena sabía q iban a ser buenas pero has superado todas las expectativas 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Lola y Pelayo
Muchas gracias guapa!!! Ha sido un placer conoceros este fin de semana! Espero que nos veamos muchos más!